De Patmos a Rodas a pie y a nado. Quizás este sería el resumen más llamativo de los objetivos del viaje, pero en el fondo no es más que una excusa para echar un vistazo a la vida en las islas del Egeo y estudiar algunas de sus dificultades.
Aparte del reto físico, el recorrido en solitario con medios propios obliga al contacto directo con el entorno local. Si ya de por sí ese debería ser un objetivo en cualquier viaje, mucho más lo resulta en este.
El estudio de los problemas más significativos del lugar se convierte a su vez en una excusa para conocer el funcionamiento de algunos de los sistemas que nos rodean, desde la producción de electricidad al tratamiento de residuos. Curiosamente, a pesar de la gran influencia que tienen sobre nuestras vidas, la mayoría de la gente ignora totalmente cómo funcionan. Sin comprender sus principios básicos no es posible ser consciente de los problemas que conllevan, de modo que es un conocimiento imprescindible para solucionarlos.